«Sympathy for the Devil» es una
canción de la banda británica de rock The Rolling Stones. Fue
compuesta por el cantante del grupo Mick Jagger inspirándose en la
novela de Mijaíl Bulgákov El maestro y Margarita, que llegó a sus
manos a través de su novia de ese tiempo: la actriz y cantante
Marianne Faithfull.
El propio autor mencionó que también pudo
haberse inspirado en algún escritor francés, tal vez en Baudelaire,
aunque algunas estrofas se asemejan a The Devil and Daniel Webster,
de Stephen Vincent Benét. Su grabación se produjo a principios de
junio de 1968 bajo la producción del estadounidense Jimmy Miller y
en ella participaron como voces invitadas Marianne Faithfull y Anita
Pallenberg. Se lanzó el 6 de diciembre de 1968 como la pista inicial
del álbum Beggars Banquet.
En la letra, Mick Jagger interpreta a
un misterioso personaje que se resiste a dar su nombre y que reclama
ser la principal fuerza motora que está detrás de todos los actos
de maldad que han tenido lugar a lo largo de la historia de la
humanidad, citando sucesos como el asesinato de la familia Romanov
durante la Revolución rusa, la Segunda Guerra Mundial o el asesinato
de Robert y John F. Kennedy. En el apartado musical, destaca el papel
protagonista del bajo, tocado por el guitarrista del grupo Keith
Richards, y la batería; la adición de congas y maracas le dio un
sonido tribal a la composición. Aunque no fue editada como sencillo,
su aparición en Beggars le propició a la banda británica numerosos
problemas al ser sus miembros acusados de adoradores de Satanás.
Es considerada por la crítica musical
como una de las mejores grabaciones de la banda y una de las mejores
de la historia del rock: así, en el año 2004 la revista Rolling
Stone incluyó a la canción en el puesto 32 en su de Lista de
Rolling Stone de las 500 canciones más grandes de la historia,
mientras que la cadena televisiva estadounidense VH1 la puso en el
número 26 en su lista de Las 100 canciones más grandes de rock and
roll.
La grabación también da título a la
película de 1968 de Jean-Luc Godard (aunque también llamada One
Plus One en Europa); en ella se produce una descripción de la
contracultura estadounidense de finales de los años sesenta mezclada
con escenas de los Stones grabando «Sympathy».
La grabación de la primera canción de
Beggars Banquet comenzó en los Olympic Studios de Londres,
Inglaterra el 5 de junio de 1968 y continuó el día siguiente. Las
sesiones finales tuvieron lugar los días 8, 9 y 10 de junio.
Inicialmente la grabación nació como una canción folk con algunas
piezas acústicas, pero con ligeros destellos originados en los
ritmos brasileños, la banda la interpretó de distintas formas para
observar cuál ritmo era el idóneo para la canción.1 Su peculiar
instrumentación estuvo integrada por el músico africano Rocky
Dijon, lo que le dio un ritmo de samba en la sección de percusión
tocando las congas, en la que también participó el
multi-instrumentista de la banda Brian Jones. Keith Richards,
guitarrista principal de los Stones, no sólo se encargó del solo de
la guitarra eléctrica, sino también del bajo, instrumento que se
convirtió en el auténtico guía de la pieza. Sustituyó así en su
puesto a Bill Wyman, que se hizo cargo de las maracas. Por su parte,
Nicky Hopkins se ocupó del piano. Finalmente, las voces de fondo
contaron con la participación de Keith, Brian Jones y Anita
Pallenberg;9 aunque cabe señalar que en la película de Jean-Luc
Godard se muestra en las voces de fondo a Marianne Faithfull, Anita
Pallenberg, Brian Jones, Charlie Watts, el productor Jimmy Miller,
Bill Wyman y Keith Richards. Éstos últimos, junto con la percusión
y los chillidos de Jagger contribuyen a crear un convincente ambiente
de rito satánico primitivo.
Cabe señalar que Sympathy for the
Devil también es el título de una película de 1968 de Jean-Luc
Godard (titulada One plus One en Europa) acerca de la contracultura
norteamericana de finales de los sesenta. La película muestra el
proceso de grabación del tema por parte de los Stones.
...Y se la puede ver en esa película
que filmó Godard, Sympathy for the Devil [originalmente titulada One
Plus One], que tiene mucho de casualidad, porque Godard quería hacer
una película sobre nosotros, filmarnos en el estudio. Quiero decir,
no podría pasar ahora, tener a alguien tan interesante como Godard.
Y tan malhumorado. Por casualidad estábamos grabando justo esa
canción. Podríamos haber estado grabando «My Obsession», pero era
«Sympathy for the Devil». Y se convirtió en el tema de la
película.
Mick Jagger, 1995
El tema ha estado presente en varios de
los discos en directo del grupo, y destaca especialmente la versión
incluida en Get Yer Ya-Ya's Out!, grabado en noviembre de 1969.
También estaba incluido en el especial para televisión que el grupo
preparó para promover el disco, titulado The Rolling Stones Rock and
Roll Circus. No obstante, la actuación del conjunto durante la
grabación del mismo no convenció a sus integrantes, con lo que el
proyecto quedó aparcado y no vería la luz hasta el año 1996.
«Sympathy for the Devil» es una pista
distinta a la mayor parte de las composiciones de rock habituales,
debido a que su temática no gira alrededor de los problemas sociales
o el amor, muy recurrentes en este género. Aunque la composición
está firmada por el binomio Jagger/Richards, fue principalmente obra
del primero. Mick Jagger canta la letra en primera persona,
desempeñando el papel de un Lucifer en apariencia educado, correcto
y con buen gusto.
En la época de publicación del álbum,
los Stones ya habían desatado críticas a causa de letras
sexualmente explícitas, como fue el caso de «Let's Spend the Night
Together». También se habían producido las primeras acusaciones de
satanismo, debido a que su anterior álbum se titulaba Their Satanic
Majesties Request (aunque las letras de sus canciones no contenían
referencia satánica alguna). «Sympathy for the Devil» volvió a
traer estas críticas a primer plano, desencadenando rumores entre
los medios de comunicación y temores entre los grupos religiosos.
Estos rumores afirmaban que los miembros del grupo eran adoradores
del diablo y que suponían una perversa influencia para los jóvenes.
No obstante, debe señalarse que una de las posibles interpretaciones
de la letra es que «el diablo» es de hecho un miembro más de la
humanidad. Así, en la pieza se relatan algunas de las mayores
atrocidades cometidas por los hombres contra sus propios semejantes.
Entre ellas se encuentra que estuvo presente en la crucifixión de
Jesucristo, en ella no sólo menciona el dolor que experimentó, la
tortura del hijo de Dios no se limitó a torturarlo sino que también
se aseguró que intervino para que Poncio Pilato sellara su destino.
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