Soda Stereo fue una banda argentina de rock formada en Buenos Aires
en 1982 por Gustavo Cerati (voz, guitarra), Héctor «Zeta» Bosio
(bajo) y Carlos Alberto Ficicchia «Charly Alberti» (batería),
considerada como la más popular e influyente de las bandas de rock
en español de todos los tiempos y una leyenda de la música latina.
Fueron el primer
grupo de habla hispana en conseguir un éxito masivo en Latinoamérica
y tuvieron un papel muy importante en el desarrollo y la difusión
del rock iberoamericano y el rock en español durante las décadas de
1980 y 1990.
Durante su carrera,
fueron vanguardistas y marcaron tendencia en Latinoamérica, siendo
protagonistas en diversos géneros como la música divertida de sus
inicios, la new wave, el dark, el hard rock, el rock alternativo y el
rock electrónico de sus finales.
A comienzos de los
años 1980, Gustavo Cerati, de 22 años, y Héctor «Zeta» Bosio, de
23 años, compartían los mismos gustos y sueños musicales y
comenzaron una búsqueda para integrar un grupo punk rock inspirado
en The Police, que visitó Argentina en 1980, y The Cure, con temas
propios en español. Primero, Cerati se integró a The Morgan y luego
formaron sucesivamente el grupo Stress, junto a Charly Amato, Sandra
Baylac y el baterista Pablo Guadalupe, y Proyecto Erekto junto a
Andrés Calamaro, que no cubrieron sus expectativas.
En el verano de
1982, ambos coincidieron en Punta del Este (Uruguay): Cerati con su
grupo Sauvage y Bosio con The Morgan, una banda integrada también
por Sandra Baylac, Hugo Dop, Christian Hansen, Pablo Rodríguez,
Charly Amato, Osvaldo Kaplan y Andrés Calamaro. Debido a una serie
de peripecias, Cerati y Bosio establecieron un estrecho vínculo
musical y de amistad que los llevó a comenzar a tocar juntos.
Cerati comentaba de
este modo esos primeros instantes:
La fecha es el año
82, Guerra de las Malvinas. Yo trabajaba en una agencia como junior.
Había estudiado Publicidad en la Facultad y con Zeta teníamos
asignaturas en común, pero no nos conocíamos mucho. Yo estaba
tocando con una banda de blues y rock de la zona de Flores, al oeste
de Buenos Aires y él con un grupo que hacía covers. En el verano me
fui a Punta del Este con un grupo de música disco, un grupo para
ganar dinero. Hacía cosas de The Commodores, de guitarrista rítmico
y cantaba con un par de inglesas que hacían las voces. El lugar
donde tocábamos quebró y nos quedamos sin un peso en Punta del
Este. Intentamos vender todo lo que estaba en la discoteca, porque la
dueña se fugó. Nos mandó unos cheques sin fondos, así que
empezamos a vender todo. Alquilamos el piano para poder quedarnos,
porque estaba bueno ese verano. Uno de los pocos buenos, porque había
gente sin plata, como nosotros. En otro lugar de Punta del Este
estaba Zeta tocando con un grupo que se llamaba The Morgan. Como no
tenía dónde quedarme, me fui con ellos, y ahí empezó mi relación
con Zeta. Planeamos la idea de tener un grupo, y luego en las clases
nos dedicábamos a buscar nombres de grupos, a escuchar música y
cualquier cosa menos a lo que teníamos que hacer.
Pasamos largo tiempo
buscando otras personas para hacer algo, y finalmente nos quedamos
Zeta y yo con los teclados de Andrés Calamaro, con quien formamos
una banda que se llamó Proyecto Erekto, que era un grupo de tecno.
Pero nuestra idea era armar un grupo de rock. Había llegado The
Police, una de nuestras mayores influencias, a Argentina (en
diciembre de 1980) y teníamos que ir todos a verlos.
Por entonces Carlos
Ficcichia, nombre legal de Charly Alberti, llamaba insistentemente
por teléfono a María Laura Cerati, la hermana de Gustavo a quien
había conocido en las piletas de River Plate, para invitarla a
salir, pero ésta pensaba que era un «pesado» (molesto) y no lo
quería atender.
En una oportunidad
fue Gustavo quien atendió una llamada de Charly para su hermana y
entablaron una conversación de compromiso en la que Carlos contó
que tocaba la batería y que era hijo de un famoso baterista de jazz,
Tito Alberti, autor además de la conocida canción infantil «El
elefante trompita». A la semana, Gustavo y Zeta decidieron visitar a
Charly Alberti (cuatro años más joven que Cerati) para escucharlo
tocar en la batería de su padre. Luego de que Gustavo le dijera a
Charly «¡el pelo te lo cortás!» la banda quedó formada.
Después de examinar
algunas ocurrencias (Aerosol, Side Car) adoptaron el nombre de Los
Estereotipos, debido a una canción de The Specials que les
apasionaba a los tres y que utilizaron unos meses.
De esa primerísima
época data un demo en donde grabó guitarras Richard Coleman que fue
integrante oficial de la banda durante muy poco tiempo en aquellos
días de 1982. Los temas del demo fueron los siguientes: «¿Por qué
no puedo ser del Jet-Set?», «Dime Sebastián» y «Debo soñar»
(de Ulises Butrón), acompañados por Daniel Melero en teclados y
Ulises Butrón en guitarra. Luego surgieron los nombres «Soda» y
«Estéreo», dando como resultado «Soda Stereo», y manteniendo así
parcialmente el nombre inicial.
Sobre el origen y
sentido de la palabra «soda» explicaba un periodista:
Ellos dicen que
hacen música con burbujas. Pero en lugar de tratarse de lujosas
burbujas de champagne, afirman haber asumido la representatividad
cotidiana y popular del sifón.
Tito Alberti contó
la siguiente anécdota:
Un día les
pregunté cómo se iban a llamar y me dijeron: Soda Stereo. Yo estaba
medio hinchado y les dije: ¿Por qué no le ponen Sifón Drago? No me
hablaron por seis meses. Y adónde llegaron, ¿no?.
Tocaron por primera
vez con ese nombre el 19 de diciembre de 1982 en el cumpleaños de
Alfredo Lois, compañero de universidad y quien sería futuro
director de la mayoría de sus videos y creador de todos los aspectos
relacionados con la presentación visual de la banda (peinados,
vestimenta, tapas, escenarios, etc.). Lois sería reconocido por el
propio Cerati como «el cuarto Soda».
Con el objetivo de
darle más fuerza a la banda llamaron a Richard Coleman para que
ocupara el rol de segundo guitarrista, pero al poco tiempo el mismo
Richard reconoció que sonaban mejor antes de su incorporación y
renunció a su puesto en buenos términos, confirmándose
definitivamente como trío: Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly
Alberti.
En julio de 1983,
debutaron en público en la Discoteque Airport, en el barrio de
Nuñez, en Buenos Aires Argentina:
Nuestro debut
fue un desfile de modelos en la discoteque Airport, que quedaba cerca
de donde ensayábamos en Buenos Aires. Nadie nos dio bolilla. Tocamos
nosotros tres, con un sistema de amplificación muy deficiente. Pero
nos dio gusto, aunque nadie nos escuchara. Parecíamos realmente un
grupo punk, no sabíamos tocar y sonaba muy fuerte, aunque sólo
fuera eso.
A partir de ese
momento Soda Stereo comenzó a recorrer el circuito underground de
Buenos Aires haciéndose conocer junto a otras bandas emergentes como
Sumo, Los Twist, Los Encargados de Daniel Melero, etc., instalándose
como banda estable en el tradicional y deteriorado cabaré Marabú,
ubicado en Maipú 359.
En esas primeras
actuaciones interpretaban temas como «Héroes de la serie», «La vi
parada allí» (cover en español de la canción de The Beatles, I
Saw Her Standing There) y «Vamos a la playa», nunca grabadas,
además de algunas otras que luego aparecerían en el segundo demo.
En una ocasión en el Café Einstein, Luca Prodan, enfrentado con
Cerati a quien consideraba «un chetito», se sumó a Soda Stereo
para cantar a dúo un tema de The Police.
En 1983, Lalo Mir
comenzó a difundir un segundo demo de la banda en su programa 9PM de
Radio Del Plata, donde estaban «¿Por qué no puedo ser del
Jet-Set?», «Dietético» y «Te hacen falta vitaminas».
La banda comenzaba a
adquirir un poco de notoriedad. Una noche fueron llamados de un pub
para suplir al grupo Nylon, que no iba a poder tocar. Así comenzó
un período de constantes presentaciones que los condujeron al Bar
Zero, lugar excluyente del under porteño, junto al Café Einstein.
En el tercer show, Horacio Martínez, un histórico productor
«cazatalentos» del rock argentino, los escuchó y los llevó a
grabar profesionalmente para CBS, hecho que no se concretó sino
hasta mediados de 1984, integrándose a la agencia de Rodríguez
Ares.
Para ese entonces
Soda Stereo ya se caracterizaba por ser la banda que más trabajaba
sobre su imagen y mucho antes de grabar su primer álbum decidieron
realizar un videoclip financiado con fondos propios. Alfredo Lois se
convirtió en el encargado de las producciones visuales y del diseño
gráfico de los volantes y afiches de sus presentaciones en vivo. Fue
él quien sugirió la idea de editar el videoclip antes del
lanzamiento del disco, algo corriente hoy en día, pero totalmente
atípico por aquella época. El tema elegido fue «Dietético». La
filmación fue realizada con equipos «prestados» de Cablevisión,
donde Zeta Bosio trabajaba como asistente de producción.
El videoclip
«Dietético» fue difundido por el programa Música Total de Canal 9
y tuvo un impacto considerable. Poco después, en la segunda mitad de
1984, la banda grabó su primer álbum, Soda Stereo, con la
producción de Federico Moura, vocalista de Virus, quien había
establecido una estrecha relación artística con Cerati que se
expresó en el acercamiento entre ambas bandas. La grabación se
realizó en los obsoletos estudios de CBS en la calle Paraguay y si
bien el resultado obtenido fue un sonido más frío que el de las
presentaciones en vivo, los músicos quedaron conformes. El trío fue
acompañado por Daniel Melero en teclados (autor de «Trátame
suavemente») y Gonzo Palacios en saxo, con la categoría de «músicos
invitados», una práctica que adoptarían en lo sucesivo y que en
algunos casos resultaron ser verdaderos miembros de la banda,
denominados por los fanes y los medios con el título de «cuarto
Soda».
La presentación
oficial del álbum se realizó el 1 de octubre y fue organizada por
Ares como si se tratara de un espectáculo, algo que nunca se había
hecho en la Argentina hasta entonces. El lugar elegido fue un local
céntrico de comida rápida de la cadena Pumper Nic (Suipacha entre
Corrientes y Lavalle), la más popular entre los jóvenes argentinos
de los 80, y se proyectó el videoclip. La repercusión en la prensa
fue buena, aunque momentánea. Al día siguiente el diario Clarín
publicaba las siguientes declaraciones de la banda:
Somos un conjunto
dietético, buscando el paraíso estético, Nuestra música es
dietética. Hace adelgazar comiendo, pero ante cualquier duda
consulte a su médico. Tratamos de mantener los cuerpos sanos y las
mentes desaceleradas.
La creciente
adhesión del público se fue manifestando en su actuación en
escenarios cada vez más amplios: primero La Esquina del Sol en
Palermo; el Recital de Los Lagos (1 y 2 de diciembre), su primer
escenario multitudinario, junto a otras bandas de primera línea y
conducción de Badía; y finalmente su primera actuación en el
teatro Astros del 14 de diciembre de 1984 donde el disco fue
presentado por primera vez en vivo. La estética fue preparada por
Alfredo Lois, quien para la ocasión decidió colocar 26 televisores
prendidos y fuera de sintonía con el fondo musical del tema
«Sobredosis de TV». Esto, sumado a una gran cantidad de humo, dio
un inusual y atrapante efecto visual. Para fin de año Soda Stereo ya
era aceptado como la revelación del año, aunque figuraron segundos
en la revista Pelo. Por entonces aparecen los primeros grupos de
fanes y detractores, así como una supuesta confrontación que, en la
Argentina, resultaría clásica: Soda vs. Redondos.
A comienzos de 1985,
la banda cambió de agencia, dejando la de Rodríguez Ares por
Ohanián Producciones, dirigida por Alberto Ohanián e incorporaron
como invitado en teclados a Fabián «Vön» Quintiero (quien luego
tocara con Charly García y Los Ratones Paranoicos), uno de los
músicos «invitados» que habría de recibir el título de «cuarto
Soda».
El 26 de enero
salieron de Buenos Aires para tocar en el Festival Rock In Bali de
Mar del Plata y el 17 de marzo en el Festival Chateau Rock '85
realizado en el Estadio Chateau Carreras de la provincia de Córdoba.
La biografía oficial de la banda concede gran importancia a esta
presentación indicando que actuaron ante 15 mil personas y que
fueron la revelación del mismo.37 Sin embargo las fuentes
cordobesas indican que hubo la mitad de gente y que «Raúl Porchetto
fue el más ovacionado y los Soda pasaron casi inadvertidos porque su
primer disco llevaba apenas unos meses de editado». De todos modos
la actuación en el Chateau inició una relación personal de la
banda con los jóvenes cordobeses y marcó el momento en que la banda
comenzó a despegar hacia el estrellato nacional.
El éxito del grupo
comenzaba en un momento muy particular, relacionado, por una parte
con el retorno a la democracia en Argentina (10 de diciembre de 1983)
y por el otro con las nociones de posmodernidad y el modo en que los
jóvenes de la década de 1980 intentaban pensar su papel en una
sociedad democrática, que salía de una cruenta dictadura y de una
guerra. Años más tarde Zeta Bosio reflexionaba de este modo sobre
ese momento:
La democracia
producía la adrenalina de algo nuevo, algo que estaba ocurriendo,
que sabía que nos iba a modificar sin saber bien cómo. Había más
aire para hacer cosas y divagar, y nosotros éramos una banda de
pibes que teníamos ganas de hacer lío. Nuestra atención estaba en
el punk y en tratar de mostrar que había otra cosa que era más
directa.
Los días 21, 22 y
23 de junio de 1985 volvieron a presentarse en el Teatro Astros de
Buenos Aires, adelantando algunos temas de lo que meses más tarde
sería su segundo disco de estudio, titulado Nada personal.
El 13 de octubre de
ese año se presentaron ante el gran público de Buenos Aires en el
marco de la tercera noche del Festival Rock & Pop realizado en el
Estadio José Amalfitani del club Vélez Sarsfield, compartiendo
cartel con INXS, Nina Hagen, Charly García, Virus y Sumo, entre
otros. Para ese entonces Fabián «Vön» Quintiero y el Gonzo
Palacios ya eran «invitados estables».
Su segundo álbum,
Nada Personal, fue editado en octubre de 1985. Durante el verano el
grupo realizó una gira de conciertos por los centros turísticos
argentinos, tocando en Mar del Plata, Villa Gesell, Pinamar, Las
Grutas, y Lomas de Zamora (Salón Go-es) sumando además un concierto
consagratorio en el Festival de La Falda, en Córdoba, en el que
contaron con la participación de Andrés Calamaro y Charly García
como invitados en teclados en el tema Jet-set.
En abril decidieron
presentar oficialmente el álbum con un concierto en el Estadio Obras
Sanitarias de Buenos Aires. Realizaron cuatro históricas funciones a
lleno total sumando 20 000 espectadores, el 11, 12 y 13 de ese mes.
Durante la primera de las tres funciones se filmó un vídeo en vivo
de larga duración editado pocos meses después. Bobby Flores, el
conocido crítico musical y cofundador de la revolucionaria radio
Rock & Pop de Buenos Aires, terminaba de esta manera su crónica
del recital:
Nos hallamos
frente a la más poderosa agrupación del país... El mejor parámetro
para medir esta presentación es que se me hizo corto, parecía haber
durado diez minutos; y la gente se quedó con ganas de más. La
salida del estadio fue un murmullo general de las canciones de Soda
Stereo. La lluvia, el tráfico cortado en la Avenida Libertador por
los que salían y por los que entraban, el último pancho de la noche
y una saludable sensación de bienestar, no dejan lugar para las
dudas existenciales. Volví a colocar mi mandíbula en su lugar, y me
fui cantando bajito Estoy Azulado, entre la lluvia por Libertador.
A partir de esos
conciertos las ventas del disco comenzaron a crecer aceleradamente,
pasando del disco de oro, que habían conseguido durante el verano,
hasta el platino, y llegando a doblar esa cifra en los meses
siguientes. Sin abandonar los ritmos «bailables», este segundo LP
logró más profundidad en las letras y madurez en las melodías. El
disco significó la consagración definitiva de Soda Stereo ante el
público argentino.
En junio de 1986,
luego de una gira nacional, el trío grabó su segundo video-clip con
el tema «Cuando pase el temblor», nuevamente bajo la dirección de
Alfredo Lois, en las ruinas del Pucará de Tilcara, en la provincia
de Jujuy. El video, que completó la filmación de la presentación
en el Estadio Obras, fue nominado como finalista del 12.° World
Festival of Video and TV en Acapulco unos años después.
A fines de 1986 Soda
Stereo realizó su primera gira latinoamericana, aún dentro de la
presentación de Nada Personal. La banda se presentó en Colombia
(6-7-9-18 de noviembre en Bogotá y 8 de noviembre en Medellín),
Perú (12 de noviembre en Arequipa y 14-15-16 de noviembre en Lima) y
Chile, con los temas de Nada Personal y con un éxito considerable.
Por entonces el rock latino tenía escasa adhesión entre los jóvenes
de América Latina y las bandas de cada país no acostumbraban
realizar giras internacionales.
El éxito fue
especialmente masivo en Chile, donde realizaron cuatro recitales en
Santiago (21-23-24-25 de noviembre) y uno en Valparaíso (22 de
noviembre), durante la dictadura de Augusto Pinochet. Un testigo los
recuerda así:
Recuerdo casi como
si hubiera sido ayer ese día, noviembre 25 de 1986. En esa época
los conciertos se hacían los días viernes o sábados. Viernes, era
ese día. Hacía un calor de mierda, y la fila para entrar el estadio
iba ya en cuatro cuadras. Con mi mejor pantalón Smile amasado y mis
Plumas del color de moda, me fumaba un Advance corto que compartíamos
con mi primo y un compañero de curso, con pará de cancheros
buscando alguna mina pa' engrupir. A las 19 se abrió el estadio y
empezamos a entrar. Una mina nos pidió que la dejáramos colarse que
andaba con dos amigas, !!!listo tres pa' tres!!!, y nos cambiábamos
cigarros. Todos teníamos galería y quedamos inmediatamente arriba
del escenario. Adentro, los vendedores trataban de pasar con la
bandeja llena de vasos de Free, tarea casi imposible. Era el segundo
de los Free Concert, el primero había sido G.I.T., pero nada se
comparaba con la efervescencia que llenaba el entonces Estadio Chile.
Se apagaron las luces y a las 20:30, Gustavo, Zeta y Charly,
comenzaban a tocar. Créanme que fue increíble.
Cerati cuenta la
historia desde su propio punto de vista:
El caso de Chile
fue muy sorpresivo, porque vinimos dos o tres meses antes de tocar
por primera vez, y lo que ocurrió en ese tiempo fue tremendo.
Incluso antes de Viña del Mar (en febrero el 87), que fue como la
explosión final. Para nosotros era muy interesante porque era la
primera vez que salíamos del país. En Argentina la cosa fue mucho
más progresiva, tocamos en muchos lugares y vivimos la escena under.
Luego de Chile estábamos muy felices, porque queríamos la fama,
vender muchos discos y creíamos que éramos el mejor grupo del
mundo. En el fondo es muy raro no poder salir del hotel y toda esa
locura, uno pensaba que estaba viviendo como una película de Los
Beatles, y nos divertíamos.
En Perú el grupo
también obtuvo un éxito sorprendente para una banda de rock:
En noviembre de
1986 Soda Stereo llegó a Perú por primera vez y revolucionó el
mercado. Sus ventas fueron enormes y sus (tres) presentaciones en el
Coliseo Amauta, inolvidables. Aquella vez escuché gritos, chillidos,
berridos y hasta gemidos. Vi llantos, desmayos e innumerables besos
volados. Histeria colectiva creo que le llaman. Fue, verdaderamente,
una locura sólo comparada a la de los Beatles en el Shea Stadium.
El 10 de noviembre
de 1986 la banda lanzó el tercer álbum, Signos («Persiana
Americana», «Signos», «Prófugos», «No existes»). Fue un paso
clave porque de la mano con el éxito creciente aumentaban las
expectativas, las presiones, el riesgo de fracaso y las tensiones
internas. En el disco el trío es acompañado por Fabián Vön
Quintiero (teclados), Richard Coleman (guitarra) y Celsa Mel Gowland
(coros). Además, «Signos» fue el primer disco del rock argentino
en editarse en disco compacto. Fue fabricado en los Países Bajos y
distribuido en toda Latinoamérica.
Escribí todas
las letras de un tirón. Vivíamos al palo, parecía que estábamos
lejos del arte y sin embargo fue uno de nuestros discos más
profundos, quizás porque no la estábamos pasando bien. (Gustavo
Cerati)
Ya dentro de la Gira
Signos, el 3 de diciembre hicieron su primera presentación en
Ecuador y el 9 y 10 de enero de 1987 en Uruguay (Punta del Este y
Montevideo).
Los días 11 y 12 de
febrero de 1987 Soda Stereo volvió a presentarse en Chile, esta vez
en la edición número 28 del Festival Internacional de la Canción
de Viña del Mar, donde ganaron el premio Antorcha de Plata y
sorprendieron a los medios de comunicación por la cantidad y pasión
de sus fanes. El Festival de Viña, transmitido por televisión a
muchos países latinoamericanos, expandió la fama de la banda por
todo el continente, que no tardó en transformarse en una masiva
adhesión incondicional que dio en llamarse «sodamanía». La
presentación en el Festival de Viña fue seguida por una extensa
gira por Chile: Puerto Montt (17/2), Valdivia (19/2), Talcahuano
(21/2), Chillán (22/2), Temuco (23/2), nuevamente en Viña del Mar
(28/2) y cuatro funciones más en Santiago en dos días (1 y 2 de
marzo). En total asistieron 150 000 espectadores.
Dos meses después,
el 23 de abril, batió récords de público en un recital de rock en
Paraguay con su presentación en el Yacht y Golf Club Paraguayo.
Mientras tanto, Signos fue disco de platino en Argentina, triple
disco de platino en Perú y doble platino en Chile.
El 2 de mayo se
presentaban en la discoteca Highland Road de San Nicolás, Buenos
Aires, cuando sucedió un derrumbe en el que murieron cinco jóvenes
y hubo más de 100 heridos, mientras estaban tocando «Persiana
Americana».38 Con una carga emocional muy fuerte tocaron en Obras
el 8 y 9 de mayo para presentar Signos en Buenos Aires. Como
expresión de duelo el grupo no utilizó la escenografía ni los
juegos de iluminación que tenían preparados.
Ese mismo año
emprendieron una segunda gira por el continente con un repercusión
aún mayor. El grupo se presentó en Perú, Bolivia, Ecuador, Chile,
Colombia, Venezuela, Costa Rica y México (la primera presentación
en México fue el 4 de agosto de 1987, en el Magic Circus del D.F.).
Realizaron 22 conciertos en 17 ciudades frente a casi 350 000
personas, abriendo así la idea misma de un «rock latino», más
allá de la nacionalidad de cada banda, que fructificaría en la
siguiente década. Con el material grabado en los distintos puntos
del viaje se realizó el disco en vivo Ruido Blanco (1987), mezclado
en la isla de Barbados y que fue considerado por la revista Rolling
Stone de Argentina como el 5º entre los mejores álbumes en vivo del
rock argentino.
Cuando llegaba 1988,
Soda Stereo ya era la banda más importante del pop/rock
latinoamericano y se disponían a grabar su nuevo álbum, cuya
producción artística estuvo a cargo del puertorriqueño Carlos
Alomar, quien había trabajado con David Bowie, Mick Jagger, Simple
Minds, Iggy Pop y Paul McCartney entre otros. Doble Vida («Picnic en
el 4to B», «En la Ciudad de la Furia», «Lo que Sangra (La
Cúpula)», «Corazón delator»), grabado enteramente en Nueva York,
se convirtió en el primer disco de una banda argentina grabado
íntegramente fuera de su país. El corte de difusión del disco, «En
la ciudad de la furia», fue finalista del MTV Music Awards en la
categoría de Mejor video extranjero, en una época en la que MTV
Latinoamérica no había nacido aún.
A estas alturas Soda
había conquistado un nuevo récord histórico: eran la primera banda
argentina cuyos videoclips eran emitidos por el canal de televisión
MTV, siendo que el canal transmitía en inglés.
Luego de más de un
año sin presentaciones en Buenos Aires, el 3 de diciembre de 1988 la
banda volvió para presentar el álbum Doble Vida. La idea era volver
a Obras, pero ya no para tocar en el estadio de básquet como la vez
anterior, sino para algo mucho más ambicioso: tocar en las canchas
exteriores de hockey y rugby, que daban mucha mayor capacidad. Fue
así que Soda conquistó un nuevo récord histórico: fueron la
primera banda en dar un recital propio (es decir, no como parte de un
festival) en las canchas de hockey y rugby de Obras.51 Además, a
pesar de que el mismo día del recital hubo un levantamiento
carapintada que amenazó la seguridad nacional, la gente igual se
juntó para ver a la banda: hubo 25.000 personas.
Para coronar un gran
año, el 27 de diciembre de 1988 cerraron el Festival Tres Días por
la Democracia que se realizó en Buenos Aires en el cruce de la
Avenida del Libertador y la Avenida 9 de Julio ante 150 000 personas
y junto a Spinetta, Fito Páez, Los Ratones Paranoicos, Man Ray y
otros.
Con la cifra de un
millón de discos vendidos Soda Stereo inició una gira de
presentación del nuevo disco que comprendió 30 shows en casi toda
Argentina ante 270 000 espectadores durante los primeros días de
1989, que fue seguida por una nueva gira latinoamericana (la tercera)
que, entre otras cosas, terminó de consagrar masivamente a la banda
en México. A fines de 1989 grabaron una nueva versión de «Languis»
(canción incluida en Doble vida) y un tema nuevo llamado «Mundo de
quimeras», los que fueron editados en el maxi-simple Languis (1989)
junto a versiones remixadas de «En el borde» y «Lo que sangra (la
cúpula)». Luego de editado el disco Soda realizó dos
presentaciones con entradas agotadas en The Palace de Los Ángeles,
convirtiéndose en la segunda banda de rock en español en presentar
un espectáculo en Estados Unidos con entradas agotadas el 8 de
diciembre de 1989, solo tres meses después de que el también
argentino Miguel Mateos hiciera lo propio el 7 de septiembre de ese
año.
A principios de 1990
la banda se presentó en el Estadio José Amalfitani, compartiendo
cartel en igualdad de condiciones junto al dúo inglés Tears For
Fears en un show ante 32 000 personas. Para su presentación, los
Soda contaron con la presencia de David Lebón, exguitarrista de
Pescado Rabioso y Serú Girán, que los acompañó en guitarra en el
tema «Terapia de amor intensiva». Algo muy curioso sucedió en
aquel concierto: en tiempos pre-internet y pre-redes sociales, la
mayoría de la gente se había organizado para irse en masa cuando
terminara el recital de los Soda. Para cuando llegaron los Tears For
Fears, la cancha estaba semivacía.
El éxito
continental llevó a la cadena MTV News europea a prestar atención a
lo que estaba sucediendo en América Latina con el rock en español,
dedicándole un programa especial al grupo, hecho sin antecedentes
para un grupo de rock que no cantara en inglés.
Mientras tanto, en
Argentina la situación del rock local era muy distinta. La
hiperinflación de 1989 afectó severamente a la industria musical
argentina y le puso un freno a las prometedoras carreras de numerosas
bandas de pop rock y new wave, las cuales estaban atadas a los
designios de los grandes sellos discográficos. Esto provocó
separaciones a nivel masivo en la escena nacional por la falta de
oportunidades. Por otro lado, muchas de las nuevas bandas argentinas
que se formaron a partir de esta época adoptaron un modelo de
autogestión (siguiendo el precedente de bandas como Los Redondos),
acaso como prevención para no volver a quedar atrapadas en la
inactividad en caso de otra crisis económica. Como resultado de
todos estos factores, el pop en Argentina tuvo una caída en 1989, y
la escena nacional dio un giro hacia los géneros duros del rock,
como el rock and roll, hard rock, blues, punk, heavy metal, rock
alternativo y rock barrial. Los historiadores del rock argentino han
destacado que Argentina incluso se adelantó dos años a Estados
Unidos y el Reino Unido, ya que estos dos países hicieron el
abandono del sonido de los '80 recién en 1991, con la explosión del
grunge.
En este contexto, en
junio de 1990 Soda Stereo viajó a Estados Unidos para registrar una
nueva placa en los Estudios Criteria de Miami, con la idea de dar un
giro rotundo en su música. Del sonido que tenían en los '80,
pasarían a un rock duro tomando como influencias a las bandas del
rock argentino de los '70 que los miembros escuchaban durante su
adolescencia (Pescado Rabioso, Color Humano, Vox Dei), pero además
sumándole el presente: incorporaron las tendencias contemporáneas
del rock anglosajón underground que preparaba la explosión global
del grunge (Screaming Trees, Smithereens y Pixies).Para lograr este
proyecto, contaron con el aporte conceptual de Daniel Melero y la
participación de Andrea Álvarez y Tweety González (todos
importantes músicos de la escena roquera argentina del momento) en
calidad de invitados.
El resultado fue el
álbum Canción Animal (1990), considerado generalizadamente como uno
de los mejores de la historia no solo del rock argentino sino de todo
el rock iberoamericano. Allí se encuentra su canción más conocida:
«De música ligera», además de otros clásicos de la banda como
«Canción animal», «Cae el sol», «Un millón de años luz»,
«(En) El séptimo día» y «Té para tres».
El nuevo álbum
significó para la banda el acceso al público español, que se
plasmaría en mayo de 1992 con presentaciones en las ciudades de
Madrid, Oviedo, Sevilla, Valencia y Barcelona.
El resultado de la
gira española, comparado con el fervor que acostumbraban en
Latinoamérica, les dejó un cierto sabor amargo, aunque sirvió como
una sólida experiencia válida para equilibrar los elevadísimos
puntos latinoamericanos que implicaban el peligro de dejarlos
colgados en las alturas, lejos del contacto con lo terrestre. Dicho
en pocas palabras: España no fue para nada un fracaso, pero estuvo
lejos a los éxitos a los que los Soda estaban tan acostumbrados en
Latinoamérica, y eso les vino bien.
La Gira Animal
(1990-1991) fue una gira maratónica y nunca repetida por ningún
artista. En Argentina abarcó treinta ciudades, incluyendo lugares
donde nunca se había presentado una banda de la envergadura de Soda
Stereo (San Juan: Santa Fe de la Vera Cruz, Junín, Clorinda, Puerto
Iguazú, Corrientes, Posadas, Chascomús, Mar del Plata, Comodoro
Rivadavia, Trelew, Neuquén, Santa Rosa, Trenque Lauquen, Mendoza,
Córdoba, Río Cuarto, Santiago del Estero, San Miguel de Tucumán,
Salta, Rosario, Buenos Aires, Olavarría, Pergamino).
Internacionalmente: Santiago de Chile, Asunción del Paraguay, Punta
del Este, Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Barquisimeto,
Caracas, Valencia, Mérida, San Cristóbal, México, D. F.,
Monterrey, Guadalajara, Mexicali y Tijuana. La Gira Animal cerró con
catorce funciones en el teatro Gran Rex de Buenos Aires, con
capacidad para 3.300 personas, entonces un récord notable. En cada
lugar se respetó la misma infraestructura de show, que para ese
momento era inédita para un artista local.
De los shows en el
Gran Rex surgió el EP Rex Mix (1991) que incluía versiones en vivo
grabadas en el último de esos recitales, en la noche del 9 de julio
de 1991, y versiones remixadas junto al tema nuevo «No necesito
verte (para saberlo)».
El 14 de diciembre
de 1991 se produjo el histórico recital de la Avenida 9 de Julio, en
Buenos Aires. Soda Stereo sorprendió y se vio sorprendido reuniendo
a más de doscientas cincuenta mil personas para escuchar a la banda
en el marco del ciclo de recitales gratuitos realizados por la
Municipalidad de Buenos Aires llamados Mi Buenos Aires Querido II,
que además fue televisado en directo. La gente bailó enloquecida
cada tema y los músicos fueron captados por una sensación de haber
llegado a lo máximo, de que ya no quedaba nada por conquistar.
«Aquello de la 9 de Julio fue una energía muy fuerte», suele
recordar Bosio, «y gracias a Dios nos pasó en nuestra ciudad. Creo
que fue una suma de factores lo que nos llevó a sentir que ya no
quedaba nada por conquistar...»
Tras ese furor
sobrevino un período de dispersión. Cerati explicaba por entonces:
Es muy difícil
encontrar objetivos claros después de semejante recepción. Estar
parado ante tanta gente que corea tu nombre es una experiencia muy
fuerte. Ahora hay que empezar de nuevo desde abajo.
En ese momento
Cerati comenzó, paralelamente a su trabajo con Soda, la producción
de un álbum en conjunto con Daniel Melero, Colores Santos, el cual
contó con aportes de músicos invitados como Flavio Etcheto y Carola
Bony.
A partir de este
momento los miembros de Soda tomaron conciencia de que se encontraban
en el centro de la escena, por lo que decidieron dar lugar a la
experimentación musical e impulsar abiertamente lo que sería
conocido como la «movida sónica». A fines de 1992 Soda Stereo
lanzó su sexto álbum, Dynamo, presentado con seis recitales
realizados en el Estadio Obras a fines de ese mismo año. Cada show
contó con una banda distinta como invitados y así estuvieron de
soporte Babasónicos, Juana La Loca, Martes Menta y Tía Newton. La
«movida sónica», de la que también formarían parte Demonios de
Tasmania y Los Brujos, por ejemplo, derivaría luego hacia el llamado
«Nuevo Rock Argentino», con Massacre, Attaque 77 y El Otro Yo.
Luego viene
Dynamo (1992) que consistió en tomar Canción Animal y destruirlo.
Es como si a Canción Animal lo hubiéramos metido dentro del agua.
Y, a nivel sonoro, quisimos producir eso, las canciones tenían más
que ver con algo hipnótico. La idea era remixarlo, mezclarlo con
algo más dance e incluir algo más trance en nuestra música. Sé
que quienes adoptaron ese disco lo quieren y a mí me pasa lo mismo.
(Gustavo Cerati)
Dynamo no vendió
como se esperaba, en gran medida porque el grupo decidió cambiar de
compañía discográfica inmediatamente después de grabado. Sony
entonces, no tenía intenciones de apoyar un grupo que emigraba y BMG
no podía promocionar un producto de otra empresa.
En noviembre de 1992
los Soda fueron protagonistas de un hecho inédito en la Argentina:
la transmisión de TV en stereo. Los tres músicos más Tweety
González (teclados) y Flavio Etcheto (trompeta) tocaron casi todo el
álbum en el programa Fax en concierto, conducido por Nicolás
Repetto por el El Trece de Buenos Aires. Con una puesta de luces y un
sonido impecables Cerati cantó sobre pistas previamente grabadas de
las canciones y reforzaron en vivo guitarras, bajo y batería.
En enero de 1993
emprendieron su sexta gira latinoamericana, el Dynamo Tour, visitando
México, Chile, Paraguay y Venezuela. Sin embargo, el 20 de marzo de
1993 tras dar un recital en la ciudad mexicana de Tampico, Cerati se
bajó de la gira y voló hacia Chile, lo que provocó la cancelación
de fechas de la gira programadas para Estados Unidos, España y otros
países. Su actitud se debió a muchos factores: cansancio con la
banda, deseos de un proyecto solista (que se plasmaría en el álbum
Amor amarillo) y acompañar el embarazo de su mujer Cecilia Amenábar,
que eventualmente daría luz a Benito Cerati.
A partir de entonces
Soda entró en una pausa prolongada, y la falta de novedades llevó a
que muchos dijeran que la banda se había separado, algo que fue
desmentido por los miembros. Pero al no realizar recitales, la banda
igual yacía en una situación de limbo.
En los dos años
siguientes los miembros dieron pasos por caminos separados. Gustavo
encaró su primer proyecto enteramente solista y en 1993 lanzó el
álbum Amor Amarillo, aunque dijo que no tenía la intención de
seguir una carrera en solitario. Zeta se convirtió en un baluarte de
las jóvenes bandas del rock sónico, siendo productor de Peligrosos
Gorriones y Aguirre; pero se retiró de la escena pública tras el 4
de julio de 1994, cuando sucedió un trágico accidente donde perdió
la vida su hijo Tobías y su otro hijo Simón sufrió quemaduras que
lo dejaron discapacitado de por vida. Charly profundizó en proyectos
personales relacionados a la informática y las novedades
tecnológicas, investigando las posibilidades que traía la naciente
internet; además formó una banda llamada Plum junto a su novia
Deborah de Corral, llegando a lanzar un álbum homónimo en 1995.
A finales de 1994 se
editó el álbum Zona de Promesas, un compilado de remixes de
clásicos temas de la banda más una homónima canción nueva.
A inicios de 1995,
después de un distanciamiento de dos años, los Soda se volvieron a
juntar para ver cómo estaba el clima entre ellos y empezaron una
serie de ensayos. En ellos, Gustavo introdujo las herramientas
tecnológicas que había empleado en sus álbumes solistas, como los
secuenciadores y samplers. Luego de un tiempo tenían listos 25 temas
para un álbum doble, donde el primer disco sería de canciones
standard, y el segundo disco sería de instrumentales electrónicos.
Pero el sello discográfico no estaba dispuesto a aceptar que una
banda que hubiese estado tanto tiempo inactiva le planteara un
proyecto semejante, y los Soda debieron hacer una selección entre
esos 25 temas para ubicarlos en un solo disco. A pesar de todo,
sentían que al álbum le faltaba un hit que sostuviera las canciones
experimentales y electrónicas, y no confiaban en el tema más
radiable que tenían preparado, «Paseando por Roma», porque creían
que le faltaba más contundencia. Fue entonces que durante un ensayo,
a Gustavo le salió «Ella usó mi cabeza como un revólver»: fue la
puntada final del disco.
Luego de tres años
desde su anterior álbum de estudio, el trío volvió al mercado con
Sueño Stereo, su séptimo y último álbum de estudio. Lanzado el 29
de junio, velozmente se transformó en disco de platino con el éxito
gracias a temas como «Zoom» y «Ella usó mi cabeza como un
revólver», el videoclip de este último fue elegido por la MTV como
Video de la Gente (latino) en 1996, máximo reconocimiento
continental del rock latinoamericano antes de que se establecieran
los Premios MTV Latinoamérica en 2002. Obtuvieron en 1995 el Premio
Konex de Platino por su trayectoria en esa última década como la
mejor banda de rock de la Argentina.
Sueño Stereo
necesitó dos años y medio para concebirse. Sería ilógico decir
que este álbum es la obra maestra de Soda Stereo, pero era lo más
real del grupo en ese momento, porque estábamos despojados de la
necesidad de tener un futuro de grupo, o de ser el mejor durante
otros diez años. Ya habíamos pasado por muchas cosas y el grupo se
sentía a sí mismo como clásico. Por otro lado estábamos muy
orgullosos de lo que había promovido Dynamo y su lectura posterior.
Entonces, Sueño Stereo tenía la presión del no presionarnos. El
grupo era un proyecto que tenía que dar algo importante, no podía
ser un disquito. Además, era volver a encontrarnos después de un
tiempo y dejar que la música fluyera, sin pensar demasiado en que
teníamos que dar un paso o algo así. Al final, Sueño Stereo es una
de los discos más innovadores dentro de nuestra carrera, sin
habérselo propuesto. Por su combinación sonora, por sus letras, por
su sonoridad. (Gustavo Cerati)
El álbum fue el eje
de la extensa Gira Sueño Stereo, iniciada el 8 de septiembre en el
Teatro Gran Rex de Buenos Aires, recorriendo Venezuela, Colombia,
Perú, Panamá, México y Estados Unidos (Los Ángeles, Chicago,
Nueva York y Miami), y cerrándola el 24 de abril de 1996 en el
Teatro Teletón de Santiago de Chile. Realizaron un recital gratuito
para el festejo del 113° aniversario de la ciudad de La Plata
(capital de la provincia de Buenos Aires) ante 367.294 personas, con
Julio y Marcelo Moura (ex Virus) como invitados.
Buscamos formas
de volver a ensamblarnos, porque estábamos fuera del training y del
vértigo que teníamos... yo creo que a nosotros nos pasó como a
esas parejas que tuvieron una pasión muy grande y que después queda
solo el sexo.
A mediados de 1996
fueron invitados por la cadena MTV para sus famosas sesiones
«unplugged» (desenchufadas) en Miami. Luego de rechazar la
invitación varias veces, Soda Stereo logró que la cadena aceptara
su propuesta de tocar con sus instrumentos eléctricos «enchufados»,
pero re orquestando y modificando las versiones clásicas para
hacerlas más lentas y musicalmente más complejas, agregando la voz
femenina de Andrea Echeverri de Aterciopelados en una notable
interpretación de «En la ciudad de la furia». Además de esta las
canciones que se desarrollaron fueron: Un misil en mi placard, Entre
Caníbales, Pasos, Zoom, Cuando pase el temblor, Té para tres, Ángel
eléctrico, Terapia de amor intensiva, Disco Eterno, Ella usó mi
cabeza como un revólver, Paseando por Roma y Génesis. Esta
presentación fue registrada parcialmente en la placa Comfort y
Música Para Volar (1996) y de manera completa en una nueva versión
del álbum editado en 2007. El álbum incluyó además cuatro temas
nuevos que habían quedado fuera de ‘‘Sueño Stereo y un track
interactivo con historietas e imágenes en video de la presentación
en MTV.
El 30 de octubre
Soda Stereo fue la primera banda latinoamericana en realizar un
concierto para ser transmitido por Internet, en el programa ¿Cuál
es?, conducido por Mario Pergolini en la radio argentina Rock &
Pop, desde el auditorio de la tienda de instrumentos musicales
Promúsica en Buenos Aires.
Mientras se
realizaba la gira del Unplugged, ocurrió un evento que dejó los
ánimos de la banda en muy mal estado e hizo que entrara en su recta
final. La banda estaba en un hotel de Estados Unidos descansando,
cuando los hermanos Diego, Ezequiel y Pedro Fainguersch, que eran
músicos invitados, realizaron una broma pesada: chorrearon con un
matafuegos por debajo de la puerta del cuarto. Como respuesta, los
miembros de la banda vaciaron otro matafuegos en el cuarto de los
hermanos Fainguersch. El hotel sancionó económicamente a la banda
por destrozos en las instalaciones, y se generó una discusión entre
los miembros acerca de quién debía cargar con la multa: Zeta y
Charly decían que debían ser los hermanos Fainguersch por haber
iniciado la pelea, mientras que Gustavo decía que todos los miembros
de la comitiva deberían pagar con un descuento porcentual en su
salario. A lo largo de la carrera de la banda habían habido muchas
discusiones como esta, pero Gustavo siempre se imponía. Pero esta
vez un nuevo factor se le agregó a las típicas discusiones: por
primera vez hicieron una votación entre los miembros de la banda. Y
el resultado fue distinto.
Terminamos
votando Charly, Gustavo y yo; el veredicto fue que los hermanos
Fainguersch debían pagar por su broma pesada y cuando Daniel Kon les
hizo su liquidación retuvo el dinero correspondiente a esa factura
por "destrucción". Como consecuencia de esto, los hermanos
Fainguersch dejaron la banda muy enojados y Gustavo se quedó con una
espina clavada: no había podido imponerse.
Dos días
después de aquello, el 23 de noviembre cerrábamos como acto de
clausura de un festival alternativo del que había participado Nick
Cave. Créase o no, el malestar que había generado la discusión
sobre el incidente de los matafuegos era muy grande y el clima que
intoxicaba el ambiente de la camioneta que nos llevaba a la cancha de
Ferro era notablemente denso. Gustavo parecía realmente molesto y
casi no hablaba. Fue uno de nuestros conciertos más deslucidos.
Si alguna vez—y
fueron muchas—dijimos que cuando se acabara la diversión se
acababa Soda, parecía que había llegado el momento.
Zeta Bosio en su libro Yo conozco ese lugar (2016).
La gira terminó a
fines de noviembre de 1996, y tras ella los miembros volvieron a
distanciarse, refugiándose cada uno en sus círculos íntimos.
Los meses siguientes
hubo un silencio con respecto al futuro de la banda. La broma pesada
de los hermanos Fainguersch con los matafuegos, y la derrota de
Gustavo en la votación subsiguiente, habían dañado drásticamente
el clima dentro de la banda. Crecieron los rumores de una separación
y tras un tiempo estos llegaron a los diarios, lo que alarmó a Zeta,
quien se comunicó con Gustavo para saber si eran ciertos. Gustavo le
dijo que quería terminar ahí mismo con la banda. Zeta trató de
convencerlo argumentando que toda la comitiva dependía
económicamente de la banda y quedaría sin trabajo si hubiera una
separación, pero fue en vano. Cuando Charly se enteró, reaccionó
muy negativamente: amenazó con acciones legales si la banda se
separaba abruptamente, y exigió que por lo menos hicieran una gira
de despedida. El mánager de la banda, Daniel Kon, se metió en el
conflicto y logró convencer a Gustavo, quien terminó accediendo a
regañadientes a hacer una gira de despedida, pero estableciendo sus
condiciones: sería una gira corta con muy pocos recitales. Todos
aceptaron.
El 1 de mayo de 1997
Soda Stereo anunció oficialmente su separación mediante un
comunicado de prensa. Al día siguiente todos los diarios se hicieron
eco de la noticia y el diario Clarín dedicó un gran espacio en su
portada para ello. Gustavo publicó al día siguiente en el
suplemento «Sí» (juvenil) del diario Clarín lo que sería «La
carta del adiós»:
Estas líneas
surgen de lo que he percibido estos días en la calle, en los fans
que se me acercan, en la gente que me rodea, y en mi propia
experiencia personal. Comparto la tristeza que genera en muchos la
noticia de nuestra separación. Yo mismo estoy sumergido en ese
estado porque pocas cosas han sido tan importantes en mi vida como
Soda Stereo. Cualquiera sabe que es imposible llevar una banda sin
cierto nivel de conflicto. Es un frágil equilibrio en la pugna de
ideas que muy pocos consiguen mantener por quince años, como
nosotros orgullosamente hicimos. Pero, últimamente, diferentes
desentendimientos personales y musicales comenzaron a comprometer ese
equilibrio. Ahí mismo se generan excusas para no enfrentarnos,
excusas finalmente para un futuro grupal en que ya no creíamos como
lo hacíamos en el pasado. Cortar por lo sano es, valga la
redundancia, hacer valer nuestra salud mental por sobre todo y
también el respeto hacia todos nuestros fans que nos siguieron por
tanto tiempo. Un fuerte abrazo.
La gira estaba
prevista para no ser larga como las anteriores, donde pasaban por
varios países del continente. Esta vez sólo tocarían en cuatro:
México, Venezuela, Chile y Argentina, y harían solamente seis
recitales.
Durante los ensayos
para la gira final, la banda dejó una participación en el disco
Tributo a Queen: Los Grandes del Rock en español que sería lanzado
en octubre de 1997, para el cual graban «Algún Día», cover en
español del tema «Some day, one day» de Queen, publicada en su
respectivo álbum Queen II en 1974. Esta sería la última grabación
en estudio de la banda.
El último concierto
fue el 20 de septiembre de 1997 en el estadio de River Plate. Se
grabó el concierto en vivo, que fue editado en dos CD separados,
bajo el nombre de El Último Concierto «A» y «B». Años después,
en 2005, se publicó el esperado DVD del histórico concierto Soda
Stereo: El último concierto. El recital finalizó con la épica y
emocionada interpretación del tema «De música ligera». Sin aún
haber acabado de tocar y extendiendo el final de la canción, un
emocionado Gustavo Cerati casi hasta las lágrimas, dedicó su
recordado pequeño discurso, inmortalizando este momento como uno de
los más emocionantes en la historia de la música iberoamericana:
No sólo no
hubiéramos sido nada sin ustedes, sino con toda la gente que estuvo
a nuestro alrededor desde el comienzo; algunos siguen hasta hoy.
¡Gracias totales!
Acabado esto, los
tres músicos muy emocionados se despidieron.
A pesar de los
constantes rumores de reunión, los cuales irónicamente comenzaron
al poco tiempo de la separación, pocas noticias hubo sobre Soda,
salvo un especial para TV de El último concierto producido por la
cadena HBO y un documental llamado Soda Stereo: La Leyenda, producido
por MTV. Finalmente en el año 2002 se volvió a ver al trío reunido
en los premios MTV Latinoamérica para recibir el premio Legend por
su trayectoria musical.
A siete años de la
separación era muy raro el hecho que no existiesen lanzamientos
oficiales, por lo que a finales del 2003 se anunció que Sony Music
lanzaría el primer DVD de Soda Stereo y que contendría mucho
material inédito, proporcionado por Gustavo, Zeta y Charly, además
de personas muy allegadas a la banda. Estaba claro desde un principio
que la producción sería por parte de Sony y la productora Cuatro
Cabezas (con Mario Pergolini al frente).
El resultado salió
a la calle en noviembre de 2004 y fue titulado Soda Stereo: Una parte
de la Euforia (1983-1997). Un documental que resumía la historia de
la banda a través de escenas de conciertos, backstage, entrevistas,
ensayos, pruebas de sonido, presentaciones en TV, etc. No obstante
dicho DVD sólo contenía la historia de Soda en Sony/CBS, excluyendo
la etapa en BMG, correspondiente a Sueño Stereo y Comfort y Música
Para Volar (de 1994 a 1996), lo que lo hacía un documento
incompleto.
El 20 de septiembre
de 2005 se editó en Argentina un DVD sobre el concierto final que
diera Soda Stereo exactamente ocho años antes en el Estadio de River
Plate, con el título de El Último Concierto (En Vivo). El DVD, a
diferencia del especial que produjo HBO, estaba centrado en el
concierto de Buenos Aires en audio 5.1 e incluía dos temas que
habían quedado afuera anteriormente: «Juego de seducción» y
«Sobredosis de TV». Además, incluyó una opción multi cámara
para una sesión de ensayo de «Primavera 0» y un documental de 25
minutos de la gira de despedida con imágenes de los conciertos y
pruebas de sonido de México, Venezuela, y Argentina. También se
incluyó una entrevista al desaparecido «cuarto Soda» Alfredo Lois,
autor de ese trabajo, uno de los últimos que hiciera antes de
fallecer.
La reunificación de
Soda Stereo era el tema obligado en cualquier entrevista con sus
integrantes luego de la separación. Tanto que Zeta Bosio declaró
una vez:
¡Un día soñé
que no me preguntaban más por la vuelta de Soda!
En 2007, al
cumplirse 10 años de su separación, la banda decidió reunirse por
una vez con el fin de realizar una gran gira continental. El 6 de
junio de 2007 se conoció la noticia y el 9 se oficializó: Soda
Stereo volvería a los escenarios mediante una única gira americana
llamada Me Verás Volver (frase emblemática del grupo tomada de la
estrofa final de la canción «En la ciudad de la furia»). La gira
comenzaría el 19 de octubre en el Estadio Monumental de River Plate
de la ciudad de Buenos Aires y originalmente contemplaba la
realización de 2 recitales en Buenos Aires, seguidos de
presentaciones en varios países americanos. Sin embargo desde el
momento en que se pusieron en venta las entradas quedó en evidencia
que el programa original quedaría completamente desbordado y que se
estaba frente a un gigantesco acontecimiento cultural de alcance
continental. Inmediatamente se programó una tercera presentación en
Buenos Aires.
Posteriormente se
agregaron 2 fechas más en Buenos Aires, y luego se le sumó una
fecha de aparente cierre para el 15 de diciembre en la Ciudad de
Córdoba, aunque en la presentación de Buenos Aires del 3 de
noviembre el grupo anunció el cierre de la gira previsto en esa
misma ciudad para el día 21 de diciembre; por lo que finalmente se
duplicaron los recitales previstos en River y se ampliaron los
programados en otras partes incluyendo nuevas ciudades para programar
presentaciones en Chile (2), Ecuador, Colombia, Venezuela y Panamá
(1), México (4), Estados Unidos (3), Perú (2), en un total de 13
ciudades.
A principios de
julio Sony-BMG lanzó un nuevo álbum llamado Me Verás Volver (Hits
& +), un CD con 18 reediciones de temas en estudio los cuales
fueron remasterizados en 2007. El disco no contiene temas nuevos,
pero incluye un código para acceder a contenidos exclusivos en su
sitio web, entre ellos grabaciones de los temas ejecutados en la
gira. El álbum alcanzó el primer puesto en ventas en Argentina y
Chile.
El 20 de septiembre,
a exactamente diez años de su último concierto, Soda Stereo realizó
su esperada conferencia de prensa en la discoteca Club Museum,
instalada en un histórico edificio del barrio de San Telmo diseñado
por Gustave Eiffel en el que años antes habían filmado el video «En
la ciudad de la furia». La sorpresa fue que al comienzo ofrecieron
un mini-recital de dos temas, lo que significó su vuelta formal a
los escenarios. Los temas elegidos fueron «Sobredosis de TV» y «En
la ciudad de la furia», que se disfrutaron en sus versiones
originales. Los temas fueron interpretados solamente por ellos tres y
sus instrumentos. En dicha conferencia aclararon que a partir de 2008
tienen previsto retornar a sus respectivas actividades individuales.
A la pregunta de una periodista sobre cual sería el equivalente en
2007 del «gracias totales» con que cerraron el recital de 1997,
Cerati contestó:
No tengo idea de
qué voy a decir ahora: por ahí sea un “Olas totales”, tsunami
de por medio.
En octubre de 2007
Sony-BMG lanzó Confort y música para volar en su versión de DVD.
La diferencia que tiene dicho DVD con respecto al CD editado en 1996
es que se incluye el unplugged completo.
Frente a la
conmoción continental (nombrado como «el temblor») que produjo la
vuelta de Soda Stereo, productores de todos los orígenes, incluidos
los responsables del Festival de Viña del Mar, comenzaron los
contactos para contratar nuevos conciertos del grupo. En todos los
casos se encontraron con una frase terminante de Gustavo Cerati:
La unión es una
burbuja en el tiempo.
Finalmente el 19 de
octubre se produjo el esperado retorno de Soda Stereo en el Estadio
de River Plate. En la oportunidad un enorme cartel contenía una
frase compuesta con títulos de sus canciones:
Cuando pase el
temblor en la ciudad de la furia sonará de música ligera y
estaremos prófugos detrás de la persiana americana.
La banda se presentó
acompañada de uno de los principales «cuartos soda» de su
historia, Tweety González (teclados), así como con Leandro Fresco
(teclados, percusión y coros) y Leo García (guitarra y voz). El
recital duró más de tres horas y tocaron 28 temas, abriendo con la
reproducción de un extracto de «Algún Día» (la canción que
grabaran 10 años antes para el disco Tributo a Queen) mientras se
mostraban imágenes de la historia musical de Soda Stereo, hasta la
aparición de Gustavo, Zeta y Charly sobre el escenario para comenzar
a tocar «Juego de seducción» y cerrando con «Nada Personal» y
«Te hacen falta vitaminas», tres de sus temas más antiguos, un
set-list que mantuvieron en todos los recitales de la gira.
Luego de tres
recitales en Buenos Aires (19, 20 y 21 de octubre) Soda se presentó
en Santiago de Chile (24 y 31 de octubre), con una presentación
intermedia en Guayaquil (27 de octubre) junto con Daniel Sais en el
tema «Prófugos», volviendo a realizar dos conciertos más en
Buenos Aires (2 y 3 de noviembre) y luego viajar a México donde
actuaron en Monterrey (9 de noviembre), Zapopan (12 de noviembre), el
D.F. (15 y 16 de noviembre), Los Ángeles (21 de noviembre), Bogotá
(24 de noviembre), Panamá (27 de noviembre), Caracas (29 de
noviembre), Miami (4 y 5 de diciembre), Lima (8 y 9 de diciembre) y
Córdoba, Argentina (15 de diciembre); en todos los casos con
entradas agotadas salvo en Los Ángeles. En total el regreso de Soda
Stereo habrá convocado un millón de personas.
Entre los diálogos
que Gustavo Cerati mantuvo en nombre de la banda con los seguidores
durante los recitales se destacaron los momentos en que aquel
agradeció los aplausos con un «gracias» y la gente respondió
«totales!», así como cuando cantaba «Un millón de años luz»
(«no vuelvas sin razón») y dijo:
Nosotros tenemos
una gran razón para volver: ¡ustedes!
El 21 de diciembre
de 2007 se realizó el último recital en el Estadio de River en la
ciudad de Buenos Aires, incluyendo tres temas que no estuvieron en el
resto de la gira: «Si no fuera por...», «Terapia de amor
intensiva» y «Lo que sangra (La cúpula)». A la banda y los tres
músicos invitados que realizaron la gira se agregaron Andrea Álvarez
(«Pic-nic en el 4to B»), Richard Coleman («No existes»), Fabián
«Zorrito Vön» Quintiero («Danza rota» y «Prófugos»), Carlos
Alomar («Lo que sangra (La cúpula)» y «Terapia de amor
intensiva») y Gillespi («Signos» y «Fue»). Cerati volvió a
pronunciar su famosa expresión, «gracias totales», luego de tocar
el tema «De música ligera» y rompió la guitarra al terminar el
solo final en «Sueles dejarme solo».
Los críticos han
sido coincidentes en destacar el alto nivel de ensayos y el buen
ensamble de la banda, así como un ambiente de entendimiento entre
los músicos, algo que también destacó Gustavo Cerati desde el
escenario, a la vez que se ha despedido con un «hasta dentro de diez
años».
En agosto de 2008 el
sello Sony BMG lanzó a la venta el DVD de la gira «Me Verás
Volver», que contiene los temas interpretados por la banda en los
conciertos además de los testimonios de Gustavo Cerati, Charly
Alberti y Zeta Bosio y de los invitados especiales.82 Además, el
18 de julio de 2008 se lanzó un CD doble con las mismas canciones, y
se comercializó por separado.
En marzo de 2010
Zeta Bosio dijo en una entrevista que Soda Stereo tenía planeado
regresar a los escenarios con un nuevo disco de estudio. Sin embargo,
Gustavo Cerati sufrió un ACV del que lamentablemente no logró
recuperarse. Luego de cuatro años de permanecer en coma, falleció
finalmente el 4 de septiembre de 2014.
Luego, Cirque du
Soleil hizo un espectáculo temático con Soda Stereo titulado
Sép7imo Día, presentándolo entre 2017 y 2018. Para realizarlo,
Zeta y Charly volvieron a juntarse para producir la parte de sonido,
escuchando los masters de las canciones. Esto los llevó a que
empezaran a pensar en volver a tocar juntos.
Gracias Totales -
Soda Stereo fue anunciada por la banda a través de un video y una
carta a sus seguidores en sus redes sociales. Comenzó el 29 de
febrero de 2020 en el Estadio El Campín de Bogotá, Colombia, para
seguir con fechas en Argentina, Perú, Chile, México, Paraguay,
Estados Unidos, varios países de América Central, etc.
unto al anuncio de
Gracias Totales, se reveló que los músicos sobrevivientes, Zeta
Bosio y Charly Alberti, serán acompañados por diversos cantantes
tanto en vivo como a través de videos pregrabados, entre los que se
menciona a Chris Martin de Coldplay, Adrián Dárgelos de
Babasónicos, Rubén Albarrán de Café Tacvba, Mon Laferte y el hijo
del vocalista original de Soda Stereo Benito Cerati.
No hay comentarios:
Publicar un comentario