Studio 54 es un teatro estadounidense de Broadway, ubicado en la
Calle 54 Oeste en Manhattan, Nueva York, que en los años 70 fue una
legendaria discoteca. El teatro fue abierto en 1927 y a lo largo de
los años fue cambiando de actividad y de nombres.
Bajo el nombre de
Studio 54 la discoteca abrió sus puertas el 26 de abril de 1977 y
fue clausurada en febrero de 1980 por problemas legales de sus
fundadores.
Su apogeo coincidió
con la fiebre por la música disco y con una época de libertad
sexual que se vio truncada por la aparición del SIDA. Posteriormente
volvió a ser un teatro del circuito de Broadway.
En sus mejores días
Studio 54 tuvo un papel formativo en el crecimiento de la música
disco y la cultura de los clubes nocturnos en general, y fue uno de
los primeros en borrar la distinción entre vida nocturna homosexual
y heterosexual.
Studio 54 fue
gestionado por Steve Rubell, un personaje llamativo y abiertamente
homosexual, y su amigo heterosexual de perfil más bajo Ian Schrager.
Habían dirigido otro local en la zona de Queens y fue Carmen
D'Alessio, relacionista pública del modisto Valentino, quien les
sugirió «dar el salto a Manhattan» abriendo un club para los
círculos más chic de la ciudad. Ella les puso en contacto con Andy
Warhol, quien acudiría a la cena preinaugural, al igual que Calvin
Klein.
Carmen D'Alessio
contaba con valiosos contactos entre la jet-set europea y americana,
y para la inauguración del local remitió invitaciones por correo a
5.000 personas elegidas de sus listas de amigos y conocidos ilustres.
A la inauguración acudieron Diana Ross, Mick Jagger y su entonces
esposa, Bianca, Salvador Dalí, Liza Minnelli, Donald Trump y su
esposa Ivana, Debbie Harry, Brooke Shields y un largo etcétera.
Varias estrellas como Warren Beatty, Cher, Woody Allen y Frank
Sinatra querían disfrutar del festejo, pero no pudieron entrar; se
cuenta que varios de ellos fueron rechazados por el despótico
control que se ejercía en la puerta.
El hedonista Rubell
era conocido por seleccionar a su antojo a los clientes, eligiéndolos
del gigantesco tumulto de gente que esperaba afuera, al otro lado de
un cordón custodiado por vigilantes.
Rubell mezclaba
hermosos «don nadies» con glamurosas celebridades en el mismo
recinto, pues seguía la lógica de que los extremos o excesos son el
camino a la perfección, o como decía: «El camino del exceso
conduce al palacio de la sabiduría»[cita requerida], citando la
conocida máxima de William Blake. En realidad, la finalidad de tal
mezcolanza de público era más carnal que espiritual: Rubell ofrecía
a su clientela vip un ambiente «a tono», repleto de jóvenes
aspirantes sexualmente accesibles y todo quedaba a salvo de los
flashes fotográficos.
Una semana después
de la inauguración, Studio 54 abrió de manera excepcional en lunes,
para la fiesta de cumpleaños de Bianca Jagger, quien llegó montada
en un caballo blanco. Acontecimientos como éste apuntalaron el
renombre del local entre los famosos y dieron pie a otras fiestas que
reunían a público de edades y gustos dispares.
Por el local
pululaban Yves Saint Laurent, Andy Warhol, John Travolta, Grace Jones
(quien cantó allí su versión de La vie en rose), Donna Summer,
Eartha Kitt, Alice Cooper, Farrah Fawcett, Gia Carangi, Al Pacino y
estrellas más veteranas como Elizabeth Taylor, Zsa Zsa Gabor, Gloria
Swanson y Bette Davis. En esos años, Amanda Lear grabó una canción
sobre Studio 54 que ironizaba sobre varios de sus ilustres clientes.
También los Village People actuaron allí.
Studio, como se le
llegó a llamar, estaba dentro de un viejo teatro; los palcos eran
conocidos por los encuentros sexuales, y el uso de las drogas era
ilimitado[cita requerida]. Su pista de baile estaba decorada con una
imagen de una Luna con cara de hombre, el cual inhalaba coca[cita
requerida].
El local alcanzó
tal éxito que Rubell declaró en 1979 que había ganado 7 millones
de dólares en un año, añadiendo que «sólo la mafia» tenía un
negocio más rentable que el suyo. Poco después, Rubell y Schrager
fueron detenidos por evasión de impuestos de aproximadamente $2.5
millones de dólares[cita requerida]. Rubell respondió acusando a un
alto cargo del gobierno de Jimmy Carter de haber consumido cocaína
en el sótano del local. Tras la clausura del mismo en 1980, paquetes
de cocaína y dinero fueron encontrados ocultos tras las paredes de
la discoteca[cita requerida].
La fiesta de
clausura de Studio 54 tuvo lugar en febrero de 1980 y fue llamada «El
final de la Gomorra moderna»; acudieron a ella Diana Ross, Ryan
O'Neal, Jack Nicholson, Richard Gere y Sylvester Stallone. Se cuenta
que la última copa que se sirvió la bebió Stallone. Diana Ross fue
quien cerró el show final de la discoteca.
En 1981, el negocio
fue vendido por unos 2,2 millones de dólares a otro empresario,
quien a su vez lo cedió al dueño de clubes nocturnos Mark
Fleischman por el doble de dinero. Studio 54 se reabrió con
invitados como Calvin Klein, Cary Grant y Gina Lollobrigida. Sin
embargo, el contexto había cambiado y era menos liberal que antes.
En el local actuaron Madonna, Duran Duran y Culture Club, poco antes
de convertirse en estrellas mundiales. Entre sus clientes en esos
años se contaron Boy George, Janet Jackson, Alec Baldwin, Lionel
Richie, Jean-Michel Basquiat, LaToya Jackson, David Lee Roth, Tatum
O'Neal, Jennifer Grey, Cyndi Lauper, y las actrices de cine
pornográfico Ginger Lynn y Traci Lords. Al expirar el contrato de
alquiler en 1986, el local volvió a cerrarse.
Finalmente en 1994,
tras convertirse en un club nudista durante algunos años, Studio 54
reabrió con mucha fanfarria y un concierto en vivo de las estrellas
de la música disco Gloria Gaynor, Vicki Sue Robinson y Sister
Sledge. Pero fue a la bancarrota de nuevo al año siguiente.
En 1998, el musical
Cabaret se presentó en este recinto y siguió ofreciéndose en él
hasta 2004. Más sorpresas le aguardaban a la antigua discoteca, que
en cierta manera volvía a sus orígenes como local teatral y de
variedades.
Ese año, el
club/teatro sirvió de escenario para dos musicales de Stephen
Sondheim: Assassins y Pacific Overtures.
En el 2005 Studio 54
albergó el inmortal drama de Tennessee Williams Un tranvía llamado
Deseo, con John C. Reilly y Natasha Richardson.
En el 2006 se
presentó Threepenny Opera, de Kurt Weill, protagonizada por Alan
Cumming y Edie Falco.
El club todavía es
usado como discoteca en semanas en las que no hay obras teatrales, y
Gloria Estefan se presentó ahí como parada de su gira.
En el 2002 Paris
Hilton celebró su cumpleaños número 21 en la discoteca (su madre
había hecho lo mismo en 1978).
La discoteca fue
representada en el filme 54, de 1998, protagonizado por Ryan
Phillippe y fue parodiada en el filme de 2002 Austin Powers in
Goldmember, con el nombre de Estudio 69.
También hace una
fugaz aparición en el episodio de la serie Los Simpsons "Mypods
and Boomsticks" (séptimo episodio de la temporada 20),
específicamente en la caricatura del programa conocida como Itchy &
Scratchy Show, en el cual aparece Itchy (el ratón) parodiando la
vestimenta de John Travolta en Fiebre de sábado por la noche y
bailando al ritmo de "I Love the Nightlife", de Alicia
Bridges.
En el video musical
de la canción "New York City Boy", de Pet Shop Boys, el
adolescente protagonista ingresa al Studio 54 y se ve reflejado cómo
era la vida ahí dentro, e incluso se hace una referencia a Bianca
Jagger entrando en su caballo blanco, entre otras más.
Hoy en día, un
local con el nombre Studio 54 se encuentra en Las Vegas y siempre
está abierto como club nocturno. Cuenta con la familiar marquesina
así como el cartel de la luna con cara de hombre y el inhalador de
cocaína colgado en la pared. Sin embargo, a pesar del éxito del
club en su nueva ubicación en Las Vegas, muchos sienten que no se
trata realmente de «el» Studio 54, sino solamente una discoteca que
lleva el mismo nombre.
En el 2018 salió un
documental relacionado con el club bajo el mismo título, Studio 54,
dirigido por Matt Tyrnauer.
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